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¿Es la tasa de interés igual al costo del préstamo?

Actualizado: 29 jun 2021

Una de las preguntas que la mayoría de las personas no se hacen al momento de solicitar un préstamo es si la tasa de interés es igual al costo del préstamo.

Generalmente las personas concluyen que ambas significan lo mismo. Lo cual es un grave error.

En este ensayo vamos a explicar cada una de ellas con la finalidad de hacer un aporte académico y así cuando ustedes decidan solicitar un préstamo sepan con certeza cuál es la tasa de interés del préstamo y cuál es el costo total del mismo.

Según la Superintendencia de Bancos "se define interés como la suma o sumas que en cualquier forma o bajo cualquier nombre se cobre o pague por el uso del dinero", en otras palabras, es simplemente el costo que se aplica por el uso del dinero.

Si pides prestado $100 dólares y te indican que al momento de cancelar debes pagar el 10% de interés significa que cancelas el monto de $110.00, lo que es igual a $100 dólares de capital y $10 dólares de interés.

Este sencillo cálculo nos permite identificar en que consiste la tasa de interés, sin embargo, cometemos un error si relacionamos directamente la tasa de interés como el costo total del préstamo.

Definimos el costo total del préstamo como el dinero que pagas tomando en consideración todos los gastos asociados, como el monto total del préstamo, intereses, seguros de vida, comisiones, etc.

Por ejemplo, en un préstamo existen cargos y gastos relacionados al trámite y entrega del préstamo, los más comunes son: comisión de cierre, gastos legales, comisión de desembolso, seguro de vida, entre otros. El cliente que solicita el préstamo debe afrontar estos servicios y se verán reflejados en la letra del préstamo a pagar.

Supongamos que aplicamos a dos opciones de crédito en donde solicitamos $1,000 dólares, ambos tienen la misma tasa de interés del 10% y ambos tienen un plazo de 1 año.




Con este ejemplo podemos apreciar que el Crédito B resulta mejor opción debido a que el monto total a pagar es menor que el Crédito A, a pesar que la tasa de interés en ambos préstamos es igual. Esto se debe a que los costos relacionados con el trámite del Crédito B son menores. Es por ello que cuando analizamos un préstamo no debemos únicamente considerar la tasa de interés.

Por motivos de mostrar el impacto que tienen los costos del trámite sobre un préstamo haremos un ejercicio colocando el Crédito B con una tasa de interés mayor que el Crédito A.




Subiendo la tasa de interés del Crédito B al 25% aún sigue siendo mejor opción que el Crédito A debido a que el monto total a pagar es menor. Cuando solicitamos un préstamo debemos tomar en cuenta todos los costos relacionados con el mismo.

Otra forma de averiguar cual opción de crédito es mejor, es calculando la Tasa Anual Equivalente (TAE), esta se calcula en términos anuales y considera los gastos, comisiones, frecuencia, tasa de interés, entre otros; por lo cual permite determinar qué préstamo tiene un coste financiero mayor. En nuestro segundo ejemplo, en el Crédito A el TAE es igual al 205.81% y en el Crédito B el TAE es igual al 99.58%, debido a que el Crédito B presenta un TAE menor sería la mejor opción incluso si tiene una tasa de interés mayor.

Entendido esto podemos comparar estos dos ejemplos y al analizarlos nos damos cuenta de la diferencia en el costo del préstamo y la tasa de interés, examinando y eligiendo la mejor opción al momento de solicitar un financiamiento. Este ejemplo aplica para préstamos personales, hipotecarios, automóviles, agropecuarios, etc.


Sabiendo esto te encuentras a un paso de tomar mejores decisiones, sin embargo, existen cláusulas contractuales que colocan en los préstamos que pueden afectar tu economía como recargos por mora, penalidades por pagos anticipados, sobretasa por mora, entre otros, pero estos conceptos los tocaremos en otro post.


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